“Hay días en que lo único que quiero al despertarme es escuchar el silencio del campo. Pero hay otros en los que solo quiero escuchar el sonido del clarinete de Doreen Ketchens subiendo hasta el balcón de mi casa en Barracks Street desde alguna esquina de la ciudad.” En ese transcurrir de un paisaje a otro, y del paso del tiempo a revelaciones de la memoria, estos relatos de Cristina Iglesia dejan fluir las historias con tono poético y profunda sensibilidad.
“Hay días en que lo único que quiero al despertarme es escuchar el silencio del campo. Pero hay otros en los que solo quiero escuchar el sonido del clarinete de Doreen Ketchens subiendo hasta el balcón de mi casa en Barracks Street desde alguna esquina de la ciudad.” En ese transcurrir de un paisaje a otro, y del paso del tiempo a revelaciones de la memoria, estos relatos de Cristina Iglesia dejan fluir las historias con tono poético y profunda sensibilidad.